Formacion, empleo: Ciberperiodista: Una especialización urgente. |
| Que Internet modificaría todos los aspectos de nuestras vidas y entre estos, la prensa, ya lo preveíamos algunos hace más de una década.
La caída de ventas de los periódicos tradicionales españoles en 2008 ha variado entre el 5 y el 10%, la caída de ingresos por publicidad no baja del 25%, y lo peor de la crisis económica está por llegar, todo esto hace que no pocas empresas de prensa sobre papel, estén en quiebra práctica.
Por otro lado, el aumento del número de publicaciones digitales y de los usuarios que, ya en pleno siglo XXI consumen prensa digital es exponencial.
El incremento imparable de Internet, la crisis económica, la proliferación de periódicos electrónicos, la digitalización de radios y televisiones y ahora la amenaza de la gripe A, plantean, aparentemente, un negro futuro de la profesión periodística, sin embargo la realidad es muy distinta, este futuro es brillante y fascinante.
Agosto 2009
Esta crisis no es de la prensa, es de la de un tipo de de prensa y sobre un tipo de soporte, aunque afectará más temprano que tarde, a todos los medios y a la misma profesión de periodismo tradicional, sobrepasada por la tecnología.
Internet y la web 2.0 permiten al usuario no sólo informarse, como un lector pasivo sino también producir o modificar información, como un actor más del medio.
La aparición de los bloggers y las redes sociales hará que tanto los grupos de comunicación como los partidos políticos pierdan poder e influencia social.
La crisis de los medios tradicionales está provocando un terremoto en la masa de empleados del sector de prensa escrita, desde el reportero, al editor y hasta la distribución, que está alimentando las cifras del paro.
Y sin embargo, paradójicamente, la profesión, el periodista, no está en crisis, el periodista tradicional sí, será arrastrado por el terremoto pero el periodista digital o ciberperiodista tiene ante sí una profesión más fascinante y con más futuro que nunca.
El ciberperiodista debe tener, además de la formación del periodista clásico, un conocimiento profundo de lo que es y de lo que significa Internet como medio de comunicación y como medio de acción social.
Debe dominar herramientas informáticas de procesamiento de textos, de edición y maquetación de textos, de edición de imágenes y servicios de Internet, especialmente email, edición web, ftp, debe conocer el uso e importancia de los buscadores, de los bloggs y de la utilización de las redes sociales.
En el caso del periodista de radio, además, necesita conocer la tecnología del podcast, y dominar la edición de sonido digital.
El periodista de televisión debe, adicionalmente, conocer herramientas de edición de vídeo digital.
Cada vez más el ciberperiodista será un free-lance que colaborará en diversas publicaciones, de papel o digitales y que debe ser capaz de dar un abanico de servicios, listos para consumir, cada vez más variados.
Pero además, es necesario que este profesional dé un vuelco al concepto de comunicación, hoy el periódico digital es casi una transcripción del periódico de papel a Internet, está aún anclado en la web 1.0, no hay participación del lector en él, salvo para realizar votaciones o algunos comentarios.
El ciberperiodista debe diseñar la prensa de la web 2.0 que permita la participación del lector en las noticias, haciéndolas más creíbles y calientes, permitiendo (y filtrando) la intervención en estas de testigos, fotógrafos de teléfono móvil sobrevenidos o comentaristas del entorno de la noticia y todo esto, prácticamente, en tiempo real.
Además la comunicación debe ser total, los documentos de la realidad además de textos son sonidos o vídeos, en definitiva, en Internet se va a producir una integración multimedia y el ciberperiodista también debe ser multimedia.
Por otra parte, el ciberperiodista debe estar orientado a la gestión de la información. Internet es una bolsa inmensa de contenidos y noticias que van de la basura más despreciable a la calidad más exquisita, el nuevo profesional debe ser capaz de filtrar, analizar y jerarquizar la información. El problema ya no es la falta de información, sino diferenciar lo importante de lo irrelevante.
Y todo esto por no hablar (ya lo haremos más tarde) de cómo va a influir en la ciberpensa la web 3.0 o la web omnipresente, una web inteligente que hará buena parte de la labor del periodista de hoy.
Todo esto nos lleva a una conclusión, el periodismo tiene un futuro brillante, pero es urgente que el periodista se recicle y se vuelva a formar, tanto en las herramientas informáticas precisas, como en las nuevas posibilidades del medio por excelencia: Internet.
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