Formacion, empleo: La explotacion del error |
| Hemos visto la importancia de tratar el error en los actos humanos como una herramienta para alcanzar el éxito en nuestras acciones.
Para aprovechar el error es imprescindible saber analizar de modo objetivo la causa o causas del mismo.
Enero 2012
Estas causas pueden estar en un planteamiento incorrecto de la acción, en una mala evaluación de los recursos o procedimientos a realizar, en una decisión o en una ejecución incorrectas.
El análisis del error nos da la posibilidad del arrepentimiento, un sentimiento contrario a la decisión ejecutada (o a los procesos utilizados), una vez se ha comprobado que la consecuencia de tal decisión ha sido una desviación del objetivo.
El arrepentimiento permite la corrección de la decisión en el siguiente intento y el desarrollo de la experiencia.
Por tanto, la primera consecuencia del arrepentimiento es que nos permite aprender del error.
De lo anterior se deduce que el error no nos debe hacer replantear nuestros valores o principios como personas, sino que debe inducirnos a replantear nuestros actos y la necesidad de analizarlos.
Es el análisis del proceso para llegar al error y no solo el resultado el que nos permite aprender y por tanto, avanzar.
Así vemos que el error es esencial en el proceso de aprendizaje, porque es capaz de movilizar nuestra inteligencia, desarrolla la experiencia e impulsa la reflexión para llegar a la resolución final.
La importancia de la gestión de los errores.
La gestión del error es básica, ya que nos permite, en la mayoría de los casos, una reacción para evitar otros más importantes y convertirlos así en pasos hacia el éxito.
Una persona de éxito es en realidad alguien capaz de reconocer el error, de gestionarlo y de seguir avanzando, evitando que se convierta en un problema para su mente y por tanto para su vida.
El error no gestionado o mal gestionado produce frustración la cual conlleva una devaluación intelectual de las personas o empresas e impide el planteamiento de otras acciones.
La gestión del error debe ser aprendida desde la niñez, es esencial saber aprovechar los aspectos positivos del error y desechar sus elementos negativos desde la edad más temprana en beneficio de la propia persona pero también de las empresas y de la sociedad.
La educación actual es un claro ejemplo de error que conduce al fracaso colectivo, se esta educando en el miedo al error y estableciendo como inservible al protagonista del mismo, en lugar de valorar el error como un elemento esencial para el acierto y el progreso.
Hay que educar para la gestión positiva del error desde la misma infancia que es cuando las estructuras neuronales quedan más fuertemente fijadas y se mantienen durante buena parte de la vida.
Esta educación formará personas más seguras, resolutivas, efectivas y más satisfechas.
Aunque tambien capaces de realizar mayor número de errores, tendrán la capacidad de aprovecharlos para convertirlos en una mayor cantidad de resultados productivos.
Todo ello conducirá a unas empresas y a una sociedad más efectivas e innovadoras y a ciudadanos más satisfechos y felices.
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